Drones, vapeadores, juguetes sexuales y paneles solares: los nuevos residuos electrónicos

Las viejas televisiones dejan su sitio a otro tipo de desechos generados por el avance tecnológico

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Drones, vapeadores, juguetes sexuales y paneles solares: los nuevos residuos electrónicos
Joven con un vapeador
El autor esDaniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 3 min.

Los drones, vapeadores y juguetes sexuales son, junto con los paneles solares, algunos de los nuevos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se suman al "reciclaje del futuro" debido a sus componentes novedosos, como las baterías de litio, explican a EFE portavoces de Recyclia.

Esta es la entidad administradora de las principales fundaciones medioambientales dedicadas en España al reciclaje de RAEE, un tipo de desechos que obliga a las plantas encargadas de su gestión a "adaptarse a las nuevas tecnologías" ante productos que antes no existían.

Así lo confirma durante una visita a Recybérica Ambiental en Torrejón de Ardoz (Madrid), su jefe de planta, Arturo Couto, quien recuerda que "el reciclaje es un elemento muy dinámico, considerando que los residuos van cambiando".


Paneles "estrella"


Así, de las televisiones antiguas, que en el pasado representaban la mayor cantidad de residuos electrónicos, ahora se ha pasado a "otros residuos estrella", como los paneles solares, de los cuales pueden extraerse diversos elementos de valor (aluminio y polvo de silicio) antes de dejarlos convertidos en un vidrio limpio.

"La instalación de placas fotovoltaicas ha tenido grandes momentos de expansión", dice Couto, pues "una primera etapa fue a principios del 2000" y ello explica que ahora, al final de su vida útil -que es "de alrededor de 30 años"-, estén llegando en más cantidad a las plantas recicladoras.

El segundo momento de mayor instalación de paneles solares fue hace cuatro años, "por lo que tardarán entre 25 y 30 años" en convertirse en residuos, si es que no sufren antes alguna afectación, como los daños producto del granizo.

Según sus datos, solo en 2024 Recyclia gestionó 5.292 toneladas de paneles fotovoltaicos, cuatro veces más que la cifra del año anterior, lo que evidencia el impacto creciente de estas tecnologías en los sistemas de gestión de residuos y "anticipa los desafíos logísticos, normativos y tecnológicos que el sector deberá afrontar a medida que estos dispositivos alcancen el final de su vida útil", declara Couto.


Otros dispositivos


Otro desperdicio novedoso es el vapeador, del que es preciso extraer el depósito con nicotina y la batería de litio que contiene, que es "particularmente compleja de reciclar" porque en España únicamente hay plantas piloto que no pueden atender la demanda del mercado. Por ello, la mayor parte de este tipo de baterías debe enviarse a otros países europeos, como Francia y Alemania.

En cuanto a los drones, sucede algo similar: cuando estos pequeños vehículos aéreos se estropean y pasan a la planta de reciclaje, la batería de litio es también la principal preocupación.

Recyclia también gestiona otros residuos novedosos como los juguetes sexuales del estilo de los succionadores de clítoris. "Es una curiosidad porque antes no llegaba nada de esto", reconoce Couto.


Cuántos RAEE hay


Los RAEE se dividen formalmente en siete grupos según su tamaño y componentes: aparatos de intercambio de temperaturas, monitores y pantallas, lámparas, grandes aparatos, pequeños aparatos, paneles solares e informática y telecomunicaciones.

Entre los aparatos de mayor tamaño que se reciclan en las instalaciones madrileñas figuran las máquinas de diálisis y resonancia magnética, cuyo tratamiento es "muy especializado porque tienen componentes peligrosos que hay que saber manejar".

El director general de Recybérica, Fermín Rodríguez, precisa a EFE que un 50 % del hierro que se vende en el mercado proviene del reciclaje, una proporción que en el caso del cobre aumenta hasta el 60 % y, en el del aluminio, al 70 %.

El director de mercadotecnia de Recyclia, Julio Lema, añade que "un porcentaje muy alto de los productos que se introducen en España ya está cumpliendo con la normativa, hay controles en aduanas y los SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor) están haciendo un esfuerzo importante por captar a las empresas".

Sin embargo, Rodríguez denuncia que un 30 % de los RAEE termina todavía en "destinos no autorizados" como vertederos africanos, lo que afecta a "la economía oficial, las buenas prácticas y el medioambiente". 

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