La restauración de la Laguna de Soto de las Cuevas en el Parque Regional del Sureste llega a su fin

Con la aportación de tierras del río Tajo se han construido dos islas artificiales fijas que, junto con otra flotante, permitirán aumentar la biodiversidad

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La restauración de la Laguna de Soto de las Cuevas en el Parque Regional del Sureste llega a su fin
El autor esManel Pacho
Manel Pacho
Lectura estimada: 2 min.

La Comunidad de Madrid ha culminado la restauración de la Laguna de Soto de las Cuevas, ubicada en el Parque Regional del Sureste, dentro del término municipal de Aranjuez. El Gobierno autonómico ha destinado 290.000 euros a trabajos de optimización que comenzaron en diciembre de 2023, potenciando así su riqueza natural.

Expertos medioambientales han perfeccionado su geomorfología, creando dos islas artificiales fijas con tierras del río Tajo, y una isla flotante para estimular la biodiversidad. Además, se realizó un dragado parcial de un apéndice de la laguna para generar aguas someras, se optimizaron las infraestructuras de uso público con nueva señalización interpretativa y se rehabilitaron dos observatorios de aves. Se instalaron también cajas-nido para especies como el cárabo común o la cerceta pardilla, y se eliminaron residuos y combustibles secos.

El Gobierno madrileño destinará 11 millones de euros a la mejora de humedales y hábitats en diez años, dentro del Plan de Actuación de Humedales Catalogados. Desde su aprobación en 2020, se han invertido fondos en las Canteras de Alpedrete, El Campillo en Rivas y la mejora de láminas de agua de San Juan en Chinchón, entre otros.

La Laguna de Soto de las Cuevas se encuentra en la subcuenca del Jarama y forma parte del Parque Regional del Sureste. Está integrada en la Zona de Especial Protección para las Aves Cortados y cantiles de los ríos Jarama y Manzanares, y en la Zona de Especial Conservación Vegas, cuestas y páramos del Sureste de Madrid, dentro de la Red Natura 2000. Asimismo, es parte del Catálogo de Embalses y Humedales de la Comunidad de Madrid y del Inventario Nacional de Zonas Húmedas.

Esta laguna tiene su origen en actividades mineras de la segunda mitad del siglo XX. La extracción de arenas y gravas para la construcción impactó en sus orillas, así como en la fauna y flora del entorno. Con este proyecto, se ha impulsado la biodiversidad y se han añadido hectáreas naturales al medio ambiente.

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