Han acompañado en la celebración el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, y la vicepresidenta de la Diputación de León, Ana Arias
Castilla y León solo ve aparecer la seta de cardo mientras boletus y níscalo siguen sin fructificar
La falta de lluvias al final del verano y la ventana de fructificación ya agotada explican la ausencia de estas especies micorrícicas
Castilla y León está registrando producciones destacadas de seta de cardo, pero no ocurre lo mismo con boletus ni níscalo, cuya aparición se esperaba para esta semana sin éxito. Los inventarios elaborados por la Fundación Cesefor confirman que ambas especies de alto valor gastronómico no han fructificado en la Comunidad.
El responsable del área de micología y truficultura de Cesefor, José Miguel Altelarrea, explicó a Ical que los muestreos revelan cero ejemplares de estas dos setas. "Los hongos necesitan precipitaciones a finales de verano y en septiembre y no se han producido. No veo claro que fructifiquen los boletus pero quizás salga níscalo", señaló, apuntando que la producción permanece prácticamente detenida, salvo en el caso de la seta de cardo, presente en cantidades significativas.
El científico del INIA-CSIC y director del Instituto Micológico Europeo, Fernando Martínez Peña, detalló las razones que explican esta ausencia pese a que en las últimas semanas sí ha llovido y las temperaturas han sido adecuadas. Recordó que la variabilidad en la fructificación depende en un 60 % de factores meteorológicos —humedad y temperatura— y en un 40 % de otras variables, como el estado físico del árbol y los microorganismos del suelo —hongos, bacterias o pequeños insectos— que pueden condicionar el desarrollo de las setas.
A ello se suma que las lluvias han llegado mucho más tarde de lo habitual, lo que ha favorecido la aparición de hongos saprobios, que descomponen materia orgánica muerta y no dependen de los árboles. Es el caso de la seta de cardo o los champiñones, que han respondido bien a la humedad. Sin embargo, los hongos micorrícicos, como el níscalo o el boletus, requieren además condiciones fisiológicas adecuadas en los árboles y en el conjunto del ecosistema del suelo.
Martínez Peña añadió otro elemento determinante: las setas poseen una fenología concreta, una "ventana" temporal de fructificación que, si no coincide con las condiciones ambientales necesarias, impide su aparición. "El período o ventana de fructificación es elástico y se puede mover un poco, adelantar o retrasar unas semanas. Pero este año se han dado circunstancias muy especiales porque ha habido un retraso muy significativo en la llegada de la lluvia", explicó. "Prácticamente no ha llovido nada desde septiembre; muy poco en octubre y muy tarde, por lo que quizá en estas dos especies ya se ha superado esa ventana de fructificación".
Todos estos factores combinados justifican la ausencia generalizada de boletus y níscalo en la Comunidad. Además, el boletus presenta una ventana de fructificación más temprana, lo que dificulta aún más su aparición este otoño, añadió el experto.
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