Unos 250 trabajadores del Hospital Universitario de Torrejón entregaron en junio un manifiesto a la dirección del centro en el que denuncian un giro preocupante en el modelo de gestión. Según el documento, la empresa concesionaria habría impulsado prácticas que favorecen la rentabilidad económica a costa de la calidad asistencial, generando un profundo malestar entre médicos, enfermeras y otros profesionales.

La polémica se ha intensificado después de que El País difundiera un audio del consejero delegado de Ribera Salud, Pablo Gallart, en el que supuestamente ordena reducir intervenciones y elevar las listas de espera priorizando procesos más rentables. La grabación, realizada en una reunión interna el pasado 25 de septiembre, ha reavivado las críticas hacia el modelo de gestión privada en hospitales públicos.

En su manifiesto, promovido por el comité de empresa, los trabajadores recuerdan que los primeros años tras la apertura del hospital en 2011 estuvieron marcados por el compromiso profesional y la calidad asistencial. Sin embargo, afirman que desde la llegada de la nueva Gerencia, la Dirección Médico-Quirúrgica y la Dirección de Enfermería, la atención ha sufrido un "deterioro alarmante".

Los firmantes acusan a los directivos de fomentar prácticas "contrarias al marco deontológico" y de adoptar decisiones "autoritarias" que han provocado destrucción de equipos, pérdida de prestaciones y desmotivación profesional. Según el texto, la dirección cuestiona incluso la capacidad de los propios trabajadores y orienta la gestión exclusivamente hacia la optimización del presupuesto, olvidando —dicen— que el objetivo principal es atender a personas enfermas.

Ejemplos de recortes y cambios

El personal denuncia también cambios operativos que, a su juicio, están afectando a la atención sanitaria:

• Ecografías realizadas por personal no especializado en Radiología.
• Informes radiológicos elaborados a distancia por un único especialista, sin posibilidad de comunicación fluida con los clínicos.
• Servicios de telemedicina sin alternativas en áreas como Dermatología.
• Falta de médicos con formación MIR en el servicio de Urgencias.

Pero una de las acusaciones más graves hace referencia a la presunta presión para priorizar en consultas y quirófanos a pacientes procedentes de otras áreas sanitarias, considerados más rentables que los propios vecinos de Torrejón.

Petición de medidas

El manifiesto reclama revertir esas políticas y garantizar que no exista ningún tipo de discriminación entre pacientes por razones económicas. Los profesionales exigen eliminar las cuotas de pacientes "no cápita" —procedentes de fuera del área— cuando ello implique adelantar su atención frente a los pacientes de Torrejón, algo que consideran "contrario al código deontológico".

La dirección del hospital no ha respondido públicamente a estas acusaciones, pero el debate sobre la gestión sanitaria y los límites entre eficiencia económica y atención pública de calidad vuelve a situarse en el centro del debate.