Cata Coll opta por una tranquila tortuga en la parte superior del brazo; Esther González por un elefante, y la catalana Patri Guijarro por un coqueto loro
Los diferentes y originales tatuajes de la selección española femenina de fútbol
Cata Coll opta por una tranquila tortuga en la parte superior del brazo; Esther González por un elefante, y la catalana Patri Guijarro por un coqueto loro
Simpáticos ratones, un corazón, un reloj de arena con la leyenda 'El tiempo, una locura', códigos numéricos o el emoticono de una cara sonriente son algunos de los tatuajes que exhiben las jugadoras de la selección española de fútbol femenino, referentes para una nueva generación que sigue estos días su participación en la Eurocopa.
Alexia Putellas, Salma Paralluelo, Ona Batlle, María Méndez, Maite Zubieta, Mariona Caldentey, Athenea del Castillo, Cata Coll, Claudia Pina o Alba Redondo son algunas de las jugadoras de la selección española de fútbol femenino, referentes deportivos para muchas niñas, pero también iconos de estilo ligadas por una tendencia común, los tatuajes.
"Son el vivo reflejo de su generación", apunta Miguel Gálvez, presidente de Untap (Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales de España), quien asegura que un 70 por ciento de las mujeres de entre 18 y 30 años lucen tatuajes, "a lo mejor me quedo corto", un hábito que es mayor -indica- en zonas de costa, donde se muestra más el cuerpo.
En el mundo del fútbol masculino es común llevar la piel tatuada, pero a diferencia de sus compañeros, la selección femenina coincide en tatuarse los brazos en lugar de las piernas.
Claudia Pina, Alexia Putellas y Patri Guijarro se decantan por la fortaleza de los felinos y apuestan por imágenes de tigres, leones y leopardos de generoso tamaño. "Pura tendencia", señala Gálvez.
Cata Coll opta por una tranquila y colorida tortuga en la parte superior del brazo; la granadina Esther González por un elefante, y la catalana Patri Guijarro por un coqueto loro.
Sin embargo, los singulares círculos, flechas y dibujos que la lateral derecho Ona Batlle luce en la cara interior de su brazo "son muy personales".
Los hombres optan por dibujos más grandes -indica el profesional malagueño de Tatto Stone-, una tendencia que adoptan en menor medida las mujeres, "que prefieren dibujos pequeños o de tamaño mediano".
Frases alentadoras como la que lleva Claudia Pina 'Improve yourself' (Mejorate a tí mismo) o el 'Why not' (¿Por qué no?) de la mano derecha de la defensa Ona Batlle son algunas con las que las jugadoras reflejan su motivación.
El presidente de Untap asegura que cuando empezó en esta profesión en 1994, llevar tatuajes estaba vinculado a las tribus urbanas y a los militares.
"Ahora es un reflejo de la sociedad; se tatúan cirujanos, jueces, policías", profesiones que antes eran más reacias a hacerlo, señala.
Otras señas de identidad
La manicura es otra de las señas de identidad del equipo, un toque de coquetería muy común en temporada estival, aunque no todas las jugadoras sucumben a la laca de uñas.
La catalana Jana Fernández luce una manicura semiacrílica en un discreto nude, similar a la de la zaragozana Salma Paralluelo, que ha elegido un verde muy claro que contrasta con el naranja intenso de Athenea del Castillo y el rojo de Alexia Putellas.
Melenas largas recogidas en una coleta es otra de las señas de identidad de la selección femenina, que también alternan con trenzas de raíz y extensiones en el cabello como es el caso de Paralluelo y Vicky López, que recogen durante los partidos y el entrenamiento.
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