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Policías, bomberos y militares recuerdan la DANA: "nadie está preparado para una catástrofe de tal magnitud"
Este miércoles se cumple el primer aniversario de la DANA y los equipos de emergencias rememoran aquel día, que algunos describen como un escenario bélico
Guardias civiles, bomberos, militares y policías locales y nacionales que prestaron servicio el día de la DANA del 29 de octubre pasado resumen como colapso e impotencia los sentimientos que reviven cuando rememoran aquella jornada, que la mayoría describen como un escenario bélico en el que lamentan que no pudieron salvar más vidas.
Miembros de estos cuerpos explican a EFE que, tanto el 29 como los días siguientes, fueron tantas las emergencias que atender que era verdaderamente difícil priorizar, entre otras cosas porque cuando se desplazaban a algún punto concreto, sobre la marcha iba surgiendo la necesidad de salvar a otras personas que corrían peligro de muerte.
El bombero del Parque Sur de Valencia Jorge Ondo, asegura que lo que más le impactó fue "el amanecer del día siguiente, con la gente deambulando sin rumbo y coches amontonados por cualquier parte".
Cuenta que en Horno Alcedo -una de las tres pedanías de Valencia afectadas-, tardó mucho en llegar al rescate de dos mujeres en una gasolinera porque de camino -iban en barca a remos-, rescataron a "gente en coches, enganchadas en las farolas, sobre azoteas".
Jorge Soriano, jefe del Parque Bomberos de Sagunto que estuvo en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) de la Reva en Ribaroja (Valencia) durante la emergencia, recuerda que había "dificultad para dar prioridad" a "la multitud de avisos y de información de emergencias" que les llegaban para actuar y la sensación era de "colapso".
Rememora el "impacto visual tremendo" el primer día, con camiones parados a los lados de la carretera, escombros, ramas, árboles, traviesas de guardarraíles y calles desaparecidas. "Me daba la sensación de estar en una zona de guerra".
El capital Manuel Lareo, del 2° Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y al mando de la 21 Compañía de Intervención, destinado en la base de Morón de la Frontera (Sevilla), fue movilizado para acudir a Valencia por la DANA y lo describe como "un escenario bélico" como cuando estuvo en Kosovo en 2002, y recuerda que se quedó "asombrado por la fuerza espeluznante del agua".
"Nadie está preparado"
Los guardias civiles Ydafe, Luis, Jorge, David, Antonio y Rubén trabajaron en el rescate de personas atrapadas por la inundación de la DANA y aunque reconocen que fue quizá lo más duro que han vivido en su profesión, fue peor la impotencia de no haber podido salvar más vidas.
Antonio estaba libre de servicio de servicio en la Patrulla de Reserva de Compañía de Paiporta pero se activó y vio cómo el nivel del agua iba subiendo hasta que le llegó al pecho, recuerda "coches estampados en farolas y la gente en shock dentro de sus coches" y el "estruendo ensordecedor" del agua y sostiene que "nadie está preparado para una catástrofe de tal magnitud".
David pertenece a la sección fiscal de la Guardia Civil en el puerto de Valencia y la DANA también es lo peor que ha vivido, porque su vida corrió peligro y sintió muchas emociones, incluida la rabia por no poder ayudar más. "Salvamos a mucha gente. Con eso nos quedamos", afirma.
Luis era ese día capitán jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Valencia y recuerda que, ante la previsión de lluvias, organizó un despliegue de toda su unidad, consciente de que el tráfico se iba a ver muy afectado, sobre todo en la A-7 pero fue mucho peor de lo previsto aunque valora que "ayudó mucho decirle a los conductores y ocupantes, que habían entrado en shock, que salieran de los coches".
Rubén es el jefe del área de Montaña de Granada de la Guardia Civil y se desplazó a València para ayudar en tareas más específicas de rescate en zonas anegadas, cocheras inundadas, pasadizos estrechos en los que eran necesarias camillas y materiales especiales y recuerda el "estrés" que provocaba no poder comunicarse o por tener varios avisos y tener que optar por uno un otro y que todo estaba colapsado.
Ydafe es el jefe de los 200 buceadores del Grupo de Especialidades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil y en la DANA coordinó el trabajo de estos especialistas para buscar desaparecidos en el medio acuático y reconoce que no podía evitar un sentimiento de congoja y tristeza y que, pese a haber vivido momentos tristes, la DANA fue algo "muy duro".
Fernando Lasheras, comisario principal de la Policía Local de ValEncia y el día de la DANA responsable de la Unidad de Seguridad, Apoyo y Prevención (USAP), afirma que además de ser una experiencia que le ha marcado "profesional y humanamente", de la riada ha aprendido que "España es una gran nación, se volcó".
Recuerda que tuvieron "muchísimas llamadas" a través del 092, del 112 y tuvieron que "dar preferencia a las más urgentes, las que conllevaban riesgo para la vida".
El subinspector de la Policía Nacional Daniel García no trabajaba el 29 de octubre de 2024 y desde la ventana de su casa, un segundo piso en la localidad valenciana de Benetússer, fue testigo de como una lengua de agua reventaba puertas y anegaba coches y casas. Escuchó gritos de socorro y arriesgó su vida para salvar a dos vecinas. "Pensé más en auxiliarlas que en mi propia vida", asegura.
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