Vecinos de la comarca zamorana de Sanabria han organizado una protesta tan simbólica como impactante: escenificarán el entierro de su tierra, con ataúd incluido, en varias ciudades de España y Europa para denunciar la reducción de frecuencias del AVE Madrid-Galicia que paran en su zona.

La acción, impulsada por un grupo de usuarios sanabreses del tren, se repetirá en Vigo (lunes 21), Madrid (martes 22) y Bruselas (miércoles 23). En cada ciudad, en plazas y puntos neurálgicos, se desarrollará una representación en la que un vecino se introduce en un ataúd, simbolizando cómo la comarca, ya golpeada por el aislamiento, es ahora "enterrada" por esta decisión de transporte.

Felipe Lagarejos, protagonista de la protesta, ha explicado que con la llegada del AVE en 2021 se habían comenzado a ver signos de recuperación demográfica y turística en Sanabria. Sin embargo, la reciente reducción de paradas pone en riesgo esos avances: "Nos dijeron que el AVE traería prosperidad, pero ahora nos dejan sin tren. Solo para que otros ganen quince minutos."

Los organizadores recuerdan que para construir la línea, muchos vecinos cedieron terrenos a un euro el metro cuadrado bajo la promesa de desarrollo, una promesa que ahora ven incumplida.

Pedro Pablo González, otro de los participantes, lanza una pregunta directa al alcalde de Vigo, Abel Caballero, y al ministro de Transportes, Óscar Puente: "¿Quitarían el tren si sus hijos vivieran en Sanabria y dependieran de él para estudiar o curarse?"

La escenificación dura entre 30 y 45 minutos, según el lugar, y se desarrollará en los siguientes puntos:

Lunes 21 de julio – Vigo

11:00 h: Plaza do Rei

12:00 h: Calle Príncipe, nº2

Martes 22 de julio – Madrid

08:45 h: Avda. Ciudad de Barcelona, nº4

09:30 h: Estación de Atocha

11:00 h: Plaza de las Cortes

12:15 h: Puerta del Sol, esquina calle Preciados

13:00 h: Plaza de Callao

Miércoles 23 de julio – Bruselasç

11:45 h: Rue de la Loi, frente a la Comisión Europea

12:45 h: Plaza de Luxemburgo, junto al Parlamento Europeo

La protesta busca visibilizar el abandono que sienten los habitantes de Sanabria y exigir el mantenimiento de unas frecuencias ferroviarias que consideran vitales para su desarrollo y supervivencia.