La final de la Liga de Naciones 2025 (domingo, 21.00 horas) presenta un enfrentamiento estelar entre dos selecciones que dominan el panorama europeo y que perfilan ya su candidatura al próximo Mundial. Por un lado, la España de Luis de la Fuente, un equipo joven, desacomplejado y en plena ebullición, que llega a su tercera final consecutiva con el hambre intacta. Por el otro, una Portugal renacida bajo el mando de Roberto Martínez, con Cristiano Ronaldo escribiendo capítulos finales de su leyenda y rodeado de una generación repleta de talento.
La Roja llega con el aval de haber conquistado la Liga de Naciones 2023 y la Eurocopa 2024, dejando por el camino a colosos como Alemania, Francia e Inglaterra. España ha encontrado en figuras como Nico Williams, Fabián Ruiz, y especialmente en Lamine Yamal, un equilibrio perfecto entre atrevimiento y madurez competitiva. Mikel Oyarzabal, máximo artillero de la era De la Fuente, lidera el ataque con inteligencia y eficacia.
Portugal, por su parte, vuelve a una final continental con un equipo que mezcla experiencia y juventud con enorme solvencia. Con Bruno Fernandes como generador, Vitinha como arquitecto del medio y Francisco Conceiçao como agitador impredecible, la selección lusa ha encontrado solidez y variantes ofensivas. Cristiano Ronaldo, autor del gol decisivo ante Alemania, vive un renacimiento con 20 goles en 25 partidos bajo Martínez y quiere saldar cuentas pendientes ante España, su vieja bestia negra.
Las estadísticas anticipan un choque igualado y de alto voltaje: España promedia 2,6 goles por partido, Portugal 2,55; los de De la Fuente encajan 0,93 por duelo, los lusos apenas 0,76. En los banquillos, los dos seleccionadores más en forma del continente se disputan más que un trofeo: el legado.
Luis de la Fuente, con solo una derrota oficial en más de dos años y un impresionante 76,67% de victorias, puede convertirse en el seleccionador más laureado de la historia de España si alza su tercer título en apenas dos años. Y lo hará con ausencias clave como Rodri y Carvajal, pero con soluciones firmes como Dean Huijsen, que se ha afianzado con apenas 20 años.
Será un duelo entre la leyenda viva y el futuro deslumbrante, entre la experiencia de Cristiano y el talento precoz de Lamine. Una batalla por el trono europeo... y una declaración de intenciones de cara al Mundial 2026.
