Desde hace ya años llevamos clamando por la regeneración política, y así recuerdo como, en un acto en el que se exigía la renovación de la vida pública desde planteamiento de la cultura judeo-cristiana, allá por el 2004, sufrimos lo que la ponzoña izquierdista denominaba 'escrache', compuesto por la violencia verbal, empujones, escupitajos, orines e insultos de todo tipo…. Todo un acto democrático que, cuando ahora lo sufren ellos -en un nivel muy inferior- se sufren y claman por la libertad… "¡manda güevos!"

No olvido como, tras trabajar en el despacho, acudía a la concentración del 11-M y, en lugar de poder aportar mi opinión, me insultaban y denominaban como fascista sin haber abierto la boca. Según bajaba a la sede judicial, me empujaban y gritaban fascistas "te vamos a matar"… todos ellos, actos del más elevado nivel democrático, como se puede observar.

Toda esta jaez se han engreído y autoconcedido la medalla de feministas, y son unos puteros y/o acosan a las mujeres; han alardeado de estar con los más débiles y nacido en las saunas gais; han presumido de subir el SMI y de haber bajado el paro, pero quienes pagan el SMI no son ellos y el paro tampoco lo solventan ellos, Eso sí, modifican los modelos de estandarización del paro haciendo activos a los fijos discontinuos en periodos de inactividad… y en los 7 años que llevan en el gobierno, los servicios públicos -tren, avión, carreteras, sanidad, educación- cada día están pero y los sufrimos más los ciudadanos, pero en lugar de asumir su responsabilidad se la echan a Franco. ¡Coño que lleva muerto desde 1975! Se alardeó por el Presidente de que resolvería la pobreza infantil y, sorprendentemente, con él hemos incrementado la pobreza infantil a niveles insoportables, pero… También será culpa de la fachosfera.

Pero, "cáspita", si tu suegro era el dueño de 16 locales de lucecitas que ahora hereda tu mujer y que no ha cerrado avergonzada; si tú te montas en el Peugeot o marchas a Estados Unidos con el dinero que pone tu suegro, manchado de semen y sangre; si tus compadres de caravana jugaban con las meretrices desde antes de tener pelo en el bigote, ¿cómo es que nunca viste nada? ¿cómo es que no sabías que el dinero de tu suegro procedía de las noches de chicos y chicas que vendían su cuerpo y su alma en los locales que él regentaba y se jactaba de ello? Pero, "corcholis", ¿nunca viste nada, no sabías nada? ¿tú eres tonto o ciego?

Cada vez que hemos hablado de un "pedete" económico, ético o legal han salido los doberman rojos con que es bulo, que no es verdad, que es fruto de la fachosfera, de las cloacas judiciales fascistas. Cuando se les escucha cómo se reparte putas y dinero, los mismos canes salen con que no son del partido, no son conocidos, hemos actuado con contundencia, pero justo antes de empezar el acto de partido ya se vierte sobre sus cabezas una diarrea insoportable de ponzoña que los deja en evidencia.

El problema es que no observo una intención o voluntad cierta y firme de regeneración ética de la política y un restablecimiento y desarrollo de controles al poder, esté donde esté, que de forma eficiente limite las posibles actuaciones corruptas o inmorales, pues no sólo debemos exigir transparencia jurídica y económica; tampoco debemos de aceptar que la mujer del César no lo parezca; también la ética debe de impedir actos como los que estamos viviendo, de indecencia y carentes de moral alguna.

No eres el mejor porque tu lo digas, sino porque te lo reconozcan los demás. No eres es feminista, ético y defensor de la víctima, sea esta la que sea, por más que te engoles y tú te lo autodenomines, son los demás y tus actos los que deben de acreditarlo. No eres el más guapo, inteligente, porque te lo diga tú espejo, debe de acreditarlo el resto de personas. No eres más porque tú presumas de ello, pues quien más lo hace es el que más carece de ello… son tus cactos, tu vida, los demás los que deben de verificar y reconocer aquello que consideras es importante para ti.

Ya va siendo hora de que los 'perritos sin alma' recibamos lo mejor que tiene la sociedad y no la más repugnante ponzoña de aquello que nos rodea.