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Teresa Sánchez
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El papa León XIV pronunció este jueves su primer mensaje de Navidad desde el balcón central de la basílica de San Pedro, instando al mundo a comprometerse con la paz, la justicia y el diálogo. Ante miles de fieles que desafiaron la lluvia en la plaza, el pontífice de origen estadounidense y peruano recordó que cada persona puede contribuir a rechazar la violencia y fomentar la reconciliación en su entorno.

En su alocución, el papa subrayó la necesidad de atender los conflictos más visibles y los olvidados. Destacó especialmente a los cristianos de Medio Oriente, a quienes transmitió un mensaje de cercanía y esperanza, y pidió a Dios paz y estabilidad para Líbano, Palestina, Israel y Siria. También instó a las partes involucradas en la guerra de Ucrania a encontrar "el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa", con la ayuda de la comunidad internacional.

León XIV extendió su bendición a Europa, señalando que el continente debe seguir siendo un ejemplo de solidaridad, acogida y cooperación, fiel a sus raíces cristianas y a su historia de integración, especialmente hacia quienes atraviesan dificultades económicas o sociales.

El papa también dedicó su mensaje a quienes sufren en conflictos menos visibles, mencionando explícitamente Sudán, Sudán del Sur, Malí, Burkina Faso y la República Democrática del Congo, así como la situación de Haití, donde pidió el fin de toda violencia y el avance hacia la reconciliación.

Además, pidió que los líderes de América Latina prioricen el diálogo y la cooperación frente a divisiones ideológicas y partidistas, y destacó otros puntos críticos como Birmania, la restauración de relaciones amistosas entre Tailandia y Camboya, y la atención a las recientes catástrofes naturales en Asia y Oceanía, que han dejado un alto número de víctimas y desplazados.

El papa recordó también a los más vulnerables: refugiados, migrantes, jóvenes sin empleo, trabajadores mal remunerados y personas privadas de libertad. "Jesús asume nuestra fragilidad y se identifica con quienes lo han perdido todo, con los habitantes de Gaza, con quienes padecen hambre como el pueblo yemení, y con todos aquellos que buscan un futuro mejor lejos de su tierra", afirmó León XIV.

Para cerrar su mensaje, el papa citó una poesía del escritor israelí Yehuda Amichai, titulada Paz Silvestre, que describe la paz no como una tregua formal ni un ideal simbólico, sino como "un estado del corazón cuando se acaba la agitación y surge un gran cansancio", comparándola con "flores silvestres que brotan de repente, por necesidad del campo".

Finalmente, León XIV recordó que el Nacimiento de Jesús es el Nacimiento de la paz, y deseó a todos los presentes y a los fieles de todo el mundo "una Navidad serena de corazón", invitando a que la fraternidad, la solidaridad y la compasión guíen los próximos meses.

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